domingo, 19 de octubre de 2014

La lectura; un mundo aparte


Leer es tomar distancia de los sucesos. Abstraerse de modo tal de poder abordarlos, en otra dimensión.
Leer permite disecar un animal, sin ensuciarse las manos con sangre. Permite tener una segunda lectura que el fárrago televisivo no habilitaría jamás.
Leer permite viajar en el tiempo, despalzarse en el espacio e infiltrarse en ambientes desconocidos, en ambientes que no sean prohibidos, sin moverse de nuestro sillón, o aún más, hacerlo en el momento en que nos quede más cómodo. Los libros suelen convertirse en nuestros esclavos.
Leer es "descifrar códigos en el mundo" (Vitagliano). Es un placer único.
La única limitación que tiene leer es la personal. No dejarnos llevar, no cabrestearle al lector. En buenas condiciones "climáticas" podemos elevarnos hasta la altura crucero y navegar por ese océano sin fronteras, que es la imaginación...
Los libros son necesarios para "entender también de la vida" (Manguel).

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